domingo, 13 de abril de 2014

Sleeping Beauty

Hacia qué habitáculo debo dirigirme para adentrarme en un cuento sin fin, donde la vida y la muerte no son más que habladurías de charlatanes y adivinos, donde muero por dentro, pero no lo exteriorizo.
Ser fuerte es una opción que no está al alcance de todos. Un simple roce entre cuerpos chocantes puede trastocar leyes físicas, puede hacerte vulnerable...
Como la miel en los labios de aquel que perdió las papilas gustativas, nunca jamás podrá saborear el dulce que posaron en la comisura de su boca.
Laberinto de emociones que se mueven a ritmo de una danza macabra lanzándome a un pozo sin fin, donde caigo y seguiré cayendo hasta que algún día alguien me rescate despertándome de este sueño eterno.

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