viernes, 31 de julio de 2015

Confuso

Cabizbaja, andando sin rumbo y sin control hacia lo desconocido. Pensando en lo que me depara el destino, qué jugarretas me tiene preparadas...
Respiro y avanzo, sin pararme, inhalando cada fragancia que se cruza en mi camino. Lo busco, lo persigo, es ese sueño inalcanzable que se planta ante mí y no me deja tan siquiera acariciarlo.
Miradas que se cruzan, perdiéndose entre ellas con tal de no encontrarse. Cerrando los ojos para no verse, por temor descubrir los monstruos que su imaginación crea.
Abrirte en una cascada emocional por la que caes inevitablemente y te conviertes en las alas estrelladas de aquel animal que se creyó pájaro, pero no contenía ni una pluma. Esa soy yo: un huracán enfurecido, lleno de odio y rencor hacia las promesas, esa piedra testaruda que se posa en tu camino, inpasable y rígida, pero con la mirada perdida en la flor que se ha instalado a mis pies. La cual me pide que mire más allá, que no me rinda...
Dicen que el corazón es lo que te traiciona suicidándose en una caida libre y tú, crédulo, que aún crees en el amor, lo rescatas reconstruyendo cada pedazo marchito que hallaste en el suelo.
Pretendo entender... Pero todo es tan borroso que me es difícil encontrarte entre tanta bruma.

No hay comentarios:

Publicar un comentario